Esto es para los perturbadores

La escritora Jennifer Lentfer tiene un mensaje para inspirar el desarrollo de los trabajadores de todo el mundo, durante estos tiempos de reflexión y contemplación. Traducido del inglés por Maria Cimmino Imparato.

“For the disruptors” by Jennifer Lentfer appeared in The Guardian UK in December 2014.

Esto es para quienes preguntan abiertamente “por qué” en las asambleas porque simplemente no pueden tolerar la fachada de “hacer bien”.

Esto es para quienes preguntan “por qué” y están sazonados con preguntas reaccionarias que desvelan el sesgo de lo “suficientemente bueno”. 

Esto es para quienes están aprendiendo a preguntar “por qué” en aulas de clase  y debajo de los árboles  y en centros comunales , y los que están motivándolos a no aceptar lo “suficientemente bueno”. 

Esto es para quienes aún les importa lo que es mejor para las personas antes que para las instituciones, ya sea que hayan estado en la lucha dos meses o veinte años. 

Esto es para quienes les preocupa que los llamen arrogantes o ignorantes o rebeldes, pero aun así continúan.

Sus voces pueden sonar repetitivas, irritantes, a veces críticas, pero ellas cargan esto en sus corazones: para cumplir completamente con su deber o para hacer su trabajo deben hablar aun cuando sus voces tiemblan, y especialmente cuando sienten que ya no pueden seguir diciendo lo mismo, una vez, y otra vez más. 

Amor y justicia no siempre tienen que jugar limpio. A veces uno tiene que construir un puente. Y otras veces, tumbarse uno para abajo. 

Esto es para quienes cruzan la línea preocupados por su trabajo, y los que no se atreven a decir lo que realmente piensan, o temen, o sienten. (Hay sufrimiento en ambos). 

La brújula de los perturbadores se calibra hacia ese lugar donde estuvieron los demás, incluso la de aquellos que no se orientan hacia el norte desde hace mucho tiempo.

Ellos nos recuerdan quiénes fuimos alguna vez. Aun si algunos no soportan ver, necesitamos su honestidad, su valentía. 

Los discos rayados que tocan pueden ser un mosquito debajo de tu malla. Pero para combinarlos con otra metáfora, ellos son el agua que pasa por debajo de la cuchilla del cambio. Sin ellos, se recalienta. Sin ellos, no puede cortar a través del histórico granito o del poliestireno moderno. 

Perturbadores, sean ustedes bienvenidos a más mesas y que sus preguntas se vuelvan tan sinceras y fundamentadas que puedan cortar a través de cualquier cosa para que sean entendidas en profundidad y actuadas en consecuencia.

Que nunca estén satisfechos con un “porque ésta es la manera en la que siempre se ha hecho”.

Que alternativas e ideas y opciones fluyan desde ustedes. 

Que transformen la frustración y desesperación en “¿Y qué tal si …” y “Me pregunto si…”

Que a veces puedan escucharse a ustedes mismos, reconectar con sus instintos más profundos, y reconocer cuando están empujando muy fuerte, muy duro o muy rápido. Que tengan la gracias de concederse un respiro a veces, simplemente para escuchar.

Sean una lámpara, un salvavidas, o una escalera nos dice Rumi. Pero no especificó si un faro o una aplanadora.

Que las verdades que ofrecen sean útiles, necesarias y amables. 

Que forjen nuevas oportunidades para que las verdades sean compartidas por todos. 

Que nunca pierdan una oportunidad de cambio pacífico. Es un privilegio que no todos tienen. 

Que siempre consigan más combustible, aún en los días en los que todo parece ser inútil – especialmente en los días en que todo parece ser inútil.

Perturbadores, que nunca renuncien a su propia integridad. 

Algunas veces, esto es todo lo que tenemos.

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